Si eres de los que les gusta quemar incienso en casa, es importante que sepas que estás llegando de forma directa sobre tu cerebro, seguramente sin saberlo. Durante muchos años diferentes religiones han manifestado que quemar incienso es bueno para el alma. Y al parecer no estaban equivocados,  ya que este tiene varias propiedades psicoactivas por las cuales las personas siguen quemando incienso no solo en las prácticas religiosas, sino también a través del tiempo y alrededor del mundo.

Los efectos del incienso en la mente, según algunas investigaciones tiene propiedades ansiolíticas y antidepresivas. El franquincienso, una resina de la planta boswellia sacra, que también se conoce como el árbol del incienso, ejerce a nivel cerebral para  la ansiedad o la depresión.

El poder curativo de este ejercicio se establece básicamente en el acetato de incensole, un componente de la resina extraída del árbol del incienso. Según los expertos el acetato de incensole interviene en algunas áreas del cerebro que están vinculadas con las emociones, del mismo modo como lo hacen los medicamentos para la depresión y la ansiedad.

Se asegura que quemar incienso activa una proteína que se conoce como TRPV3, que está presente en el cerebro de todos los mamíferos, incluidos los seres humanos, y ejerce un tarea en la percepción de la temperatura por medio de la piel y la regulación emocional.

Aunque, antes de comenzar a quemar incienso para ser usado como terapia es importante saber que otros componentes del humo del incienso pueden provocar mutaciones en el material genético, es por eso que se recomienda que cuando se queme incienso, se mantenga siempre un grado de ventilación.

Lee también: El significado del símbolo OM